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Imagen de la Inmaculada Concepción, del siglo XVII, que se venera en la Catedral de Mérida. Esta magnífica talla fue cedida por el Excmo. Cabildo Metropolitano para que presidiera la Vigilia de la Inmaculada que se celebró en la Capilla del Colegio Salesiano de Mérida el 7 de diciembre de 2011. |
El 25 de diciembre de 1760 el Papa Clemente XIII proclamaba a María Inmaculada como Patrona de España.
Más tarde, el 8 de diciembre de 1854 será el Papa Pío IX quien proclame el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.
En el año
1620
el Cabildo municipal de Mérida decidió rendir pleitesía a la Virgen
realizando el solemne acto del Voto y Juramento de la defensa de la
Inmaculada Concepción de la Virgen María. Desde entonces, y de manera
ininterrumpida, las distinta corporaciones que han gobernado la ciudad
han venido realizando este histórico acto que sirve de antesala a las
fiestas patronales en honor a
Santa Eulalia. El acto tenía lugar en el Convento que la Orden Concepcionista Franciscana regentaba en la ciudad.
Cada 8 de diciembre, por la mañana, la corporación municipal sale en
solemne procesión civil desde el Palacio Municipal. El cortejo, que está encabezado por los maceros y por el pendón de la ciudad, se dirige hasta la Catedral donde, al término de la Eucaristía solemne, el Alcalde proclama el Voto de la ciudad a la Inmaculada Concepción de María.
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El Alcalde de Mérida hace el Voto a la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre de 2012 en la Catedral. |
Don Bosco y María Inmaculada.
Cabe destacar la importancia de esta advocación mariana en la vida y espiritualidad de Don Bosco y de la Familia Salesiana. Fue un 8 de diciembre cuando el santo de los jóvenes comenzó su actividad en los oratorios. Igualmente, él, junto a Santo Domingo Savio y otros chavales, fundó la Compañía de la Inmaculada: un grupo de chicos que querían santificar y consagrar su vida y sus obras a la Santísima Virgen María.
En el Colegio Salesiano de Mérida el director de la Casa ha presidido la Eucaristía solemne a la 1 de la tarde. En ella se ha recordado los momentos importantes de la vida y trayectoria de Don Bosco y su oratorio en torno a la fiesta de la Inmaculada Concepción.
La solemnidad de María Inmaculada constituye, por tanto, para los Salesianos Cooperadores y para la Familia Salesiana toda una efeméride y un momento especialísimo para honrar, venerar, rezar e imitar a nuestra Madre la Virgen María.