Tres hermanos observan el mantel de la Sagrada Cena en su arqueta de plata, que se puede ver en el Museo de la Catedral de Coria. |
Fundada antes de que los romanos ocuparan la Península Ibérica, y conocida como Caura, los romanos le dieron su actual nombre en latín, Caurium, y más tarde a esta ciudad se le concedió la ciudadanía romana. Posteriormente, en la época visigoda, se creó la Diócesis de Coria que, salvo por los años de ocupación musulmana, mantuvo a Coria como sede episcopal hasta el siglo XX, cuando la localidad de Cáceres comenzó a compartir la capitalidad diocesana de Coria. El pasado 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, se clausuraba el Año Jubilar de la Catedral cauriense.
Esta hermosa ciudad del norte de Extremadura fue el lugar escogido por el Consejo Local para que el centro de salesianos cooperadores de Mérida pudiera disfrutar de un día de convivencia. Les acompañó el Vicario de la Comunidad Salesiana de Mérida, Don Ladislao Rubio. Tras un desayuno en la vecina localidad de Torrejoncillo, los hermanos llegaron a la ciudad y celebraron la Eucaristía del III Domingo de Adviento en la parroquia de Santiago Apóstol. Era el domingo de GAUDETE. A su término los salesianos cooperadores se acercaron a visitar el Museo y la Catedral de Coria, sede de una de las diócesis más antiguas de Hispania, sufragánea de la Sede Metropolitana Emeritense. Desde 1957 la diócesis pasó a ser de Coria - Cáceres, pero la localidad mantiene su Iglesia Catedral y tiene audiencia episcopal todos los lunes en la Casa de la Iglesia de Coria. Los hermanos pudieron ver la joya principal del Museo Catedralicio, el mantel de la Última Cena que se conserva en una arqueta de plata. Tras la visita cultural venía la comida, muy bien servida, y el cafelito por el casco antiguo de Coria, para partir seguidamente a Mérida.
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